(11º CAPITULO PUBLICADO ANTERIORMENTE. NO LEER ESTE CAPITULO SIN HABER LEIDO EL ANTERIOR)
Al día siguiente en clase me acerque a Matthew Scott, sentado en el último pupitre.
-hola Matt-me senté en su mesa. El levanto los ojos del libro de economías que estaba leyendo-veras, nose si me harías un favor…
-depende de lo que sea-levanto una ceja haciendo que las gafas le resbalaran por la nariz.
-bueno, esque a Christy y a mi nos gustaría sentarnos juntas en este pupitre durante un tiempo
-no, me gusta este sitio-cerro el libro y se cruzó de brazos.
-por favor Matthew. Seguro que quieres algo a cambio.
-bueno…consígueme una cita con Abie y el sitio es tuyo-me tapé la boca para no reírme
-esta bien-pensé en el rollo que estaba teniendo Abie con Gonzalo pero preferí callarme- Siéntate en mi sitio, detrás de ella y así os empezáis a conocer. Luego si quieres arreglo las cosas con ella para que tengáis una cita-mentí
-¿crees que vendrán?-Christy se sentó a mi lado
-no lo se-miré hacia la puerta-sabes, he pensado que todo esto podría ser una broma, que nos estén tomando el pelo
-ya, yo también lo he pensado-contesto ella.
-estoy asustada-confesé
-yo también…-vi como bajaba la mirada
Al cabo de un par de minutos aparecieron los Pershall.
Note que Christy aguantaba la respiración. Miré a Dylan a los ojos, noté alivio en su mirada.
Por las noches escuchaba a Christy hablar en sueños, así durante los días siguientes
Hasta que una noche, cuando Christy y yo volvíamos de la biblioteca, encontramos a Alex en nuestra habitación.
-sabes que no puedes estar aquí-
-tenia que hablar contigo-eran las primeras palabras que se intercambiaban Alex y Christy. Me di la vuelta y vi a Dylan cerrando la puerta.- tenéis que escucharnos.
Me senté en una de las camas junto a Christy.
-Alex… no hay tiempo. Hoy hay revisión de cuartos.-dijo Dylan impaciente
-de acuerdo, nos vamos- Dylan abrió la puerta y asomo la cabeza.
-viene una monitora-cerró la puerta y empezó a dar vueltas por la habitación hasta que se metió en el armario. Corriendo me levante y cerré la puerta del armario mientras que Alex se metía debajo de una de las camas.
Justo en ese momento entró nuestra monitora
-¿Qué tal chicas? ¿Estáis las dos?-Christy asomo la cabeza saludando. Kelly escribió algo en su bloc- perfecto, buenas noches.
Alex salio de la cama, abrió la ventana y después de mirar a Christy, saltó.
Dylan se dirigió a saltar.
-a las 6 en la pradera-dijo
-¿Cómo que en la pradera? A esa hora las puertas están cerradas ¿por donde vamos a salir?-pregunte ordenando todo el armario
-por la ventana-sonrió- ¿por donde si no?
Y desapareció
Tras una hora y media de discusión, Christy y yo llegamos a la conclusión de que iríamos con ellos
Nos vestimos con ropa abrigada y botas de agua. Pensé en llevarme un paraguas pero Christy me dijo que seria una estupidez.
Apoye un pie en la primera rama del árbol. Estaba mojada y resbaladiza. Christy estaba unas cuantas ramas mas abajo, agarrada a una rama gruesa intentado no caerse. Saltó y callo con delicadeza sobre el suelo
Ahora estaban Alex, Dylan y Christy esperando a que saltara yo.
No podía, era imposible saltar desde esa altura y caer de pie, bueno a diferencia de Christy.
Agache la mirada y vi a Christy cruzada de brazos hablando con Alex de forma incomoda. Dylan miraba hacia arriba sonriendo.
De acuerdo, la técnica es caer con los pies flexionados, de forma suave…
Di un paso hacia delante resbalándome
Caí de culo sobre el barro. Todos se rieron incluso Christy.
-no me hace ni pizca de gracia-Dylan se acerco y me agarro del brazo levantándome sin esfuerzo.
Caminé junto a Dylan en silencio.
-¿Que vamos a hacer Dylan?
-vamos al bosque, ahí podremos hablar sobre todo lo que queremos contaros y también hay algo que tenemos que enseñaros
Me quede quieta en medio del prado
-¿desconfías de mí?- extendió su mano hacia mí. Pasé a su lado sin contestarle-cuando te lo explique lo entenderás
-por eso estoy aquí-susurre entre dientes
-espera-me agarro del brazo parándome mientras Alex y Christy seguían-Lizz, es importante que no cuentes nada de lo que te voy a decir, a nadie
-no puedo prometerte nada-me gire pero el volvió a agarrarme para que le mirara
-dame 1 día para explicarte todo. Después podrás decidir si quieres o no contarlo-cuando le mire sonrió.
Le di un pequeño empujón sonriendo yo también
Alex y Christy charlaban por lo bajo a unos pocos metros de nosotros. Alex le estaba contando algo que Christy escuchaba sin atención alguna. Christy le miraba a los ojos, con añoranza.
-le echa de menos- hablé sabiendo que Dylan me escucharía. Pensé en si lo que acaba de decir era parte de una indirecta.
-él también la echa de menos-no dijimos nada mas hasta que llegamos al bosque
Pensé en la última vez que le había visto. Lo ultimo que me había dicho… ojala no sacara el tema…
Nos dirigimos hacia el oeste, por donde salía el sol. Pasamos por un pequeño riachuelo. Vi como Alex agarraba del brazo a Christy haciendo que le cambiara la cara. Sonreí inconscientemente
A los cinco minutos escuché un chasquido.
-¿Qué hacemos aquí?-pregunto Christy mirándome de reojo
-queremos enseñaros algo-contesto Alex
-¿en medio de la nada?
Rodeamos un conjunto de árboles y delante de nosotros apareció un tronco caído.
Un chico de pelo oscuro estaba sentado junto al tronco. Mechones de pelo negro le caían sobre la frente. Levantó la cabeza. Unos ojos azules cristalinos me miraron. Tenía el pantalón chorreando y lleno de barro. La lluvia caía sobre su pecho descubierto. Tenía los musculosos brazos atados en una rama que tenia sobre su cabeza.
-¿me habéis traído visita?- pregunto con una sonrisa burlona. Tenía una sonrisa perfecta y la forma en que te miraba hacia que te dieran ganas de meterle un puñetazo
-no sonrías así-agarre la manga de la sudadera de Dylan
-nos ha salido exigente la niña-volvió a sonreír. Dylan se adelantó y le metió un puñetazo en la boca. Me tapé la boca acallando un grito.
-mantente quieto, Nicholas.
Nicholas, así se llamaba. Tenia el labio abierto haciendo que le cayera sangre por la barbilla
-Alex, ¿Por qué esta atado?-Christy miraba a Nicholas. Le miraba a los ojos. Estaba igual de sorprendida que yo.
Miré su pelo negro, negro como la noche y la imagen del lobo del bosque me vino a la mente
-es él, el lobo del bosque-todos se giraron a mirarme. Dylan asintió- ¿nos contaras lo que pasó?
Christy y Alex se sentaron en unas rocas. Dylan se situó en medio del claro. Se giró, me guiñó un ojo. Se encorvó y al instante una criatura apareció ante nosotros.
Me empezaron a temblar las manos.
Dylan se había convertido en un lobo de pelo marrón claro, de patas fuertes... Sus ojos verdes se dirigieron hacia mí. Era de un tamaño enorme.
Dio un paso hacia mí. No enseñaba los dientes, pero sus llameantes ojos verdes y sus orejas levantadas hicieron que me alejara de él.
Mire a Alex, no dijo nada, agarraba la mano de Christy con fuerza que miraba a Dylan con ojos muy abiertos.
Volví a mirar a Dylan que volvió a dar otro paso. “¿desconfías de mi?” recordé sus palabras.
Cerré los ojos y extendí la mano. Le acaricié detrás de las orejas. Un ruido le salió de la garganta que me hizo reír.
Me senté en un árbol cortado. Empecé a temblar y Dylan se coloco a mi lado. Su gruesa capa de pelo me camuflaba del frío
-todo se basa en una leyenda maya – empezó Alex. Mire a Nicholas que tenia la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados.-Cuando una noche de luna llena un gran guerrero, jefe de su tribu, fue mordió por un lobo de especie desconocida. Akbal, sobrevivió, continuó con su vida, y se hizo el guerrero más fuerte de sus tiempos, tenia el poder de transformarse en una criatura fuerte y rápida, que protegía a su familia y a su tribu contra todo ataque. Un día llego el rumor de que un hombre podía matar al invencible. Esa misma luna llena el cadáver de akbal fue encontrado sin vida. Junta a él, un hombre llamado itzae fue acusado de asesinato, pero era más fuerte que cada uno de ellos, el era el cazador.
Makai, la mujer de Akbal, huyó a territorios lejanos para engendrar al hijo que llevaba dentro.
El niño heredó los poderes de su padre y vivió en paz formando una tribu hasta que siglos después los cazadores volvieron a por ellos. Eran más números y más fuertes. Se produjo una gran lucha. Muchos de los de nuestra raza consiguieron huir y esconderse en lugares de todo el mundo, pero la lucha entre cazadores y lobos nunca acabó, ni se llegó a dar la paz entre nosotros.
Los cazadores, heredados de los poderes de dios y por ello habían sido marcados con el símbolo de la divinidad: una estrella.
Me quedé quieta durante un instante, sin respirar. Alguien me tocó el brazo haciendo que diera un salto.
Al girarme vi a Dylan, en su forma humana. Se acercó por detrás y mirándome me descubrió el hombro, dejando expuesta mi marca de nacimiento.
Vi como Nicholas abrió los ojos para mirarme, Christy se puso de pie tapándose la mano con la boca.
-¿soy, soy… una cazadora?-Alex asintió. Me puse de pie-¿vais a matarme?
En ese momento Nicholas se echo a reír con una risa fuerte que hizo que tuviera más miedo.
-¿Qué? ¡No!-Dylan se acercó y me agarró por la muñeca
-¿y por que esta él aquí?-señalé con el dedo a Nicholas que se calló al instante.
-verás, llevamos mucho tiempo buscándote- miré a Dylan con el corazón en un puño-no nosotros, nuestra tribu. Desde hace 16 años que te buscan. Eres especial Lizz, las dos lo sois.
Alex cogió las manos de Christy entre las suyas- eres hija de cazadores, Christy, llevas sangre de cazador por tus venas
-espera, Alex. ¿Mis padres?-se tambaleaba levemente- eso, eso es imposible, son mi padres…
De repente cayó hacia un lado. Alex la cogió al vuelo.
-se ha desmayado-Alex la tenia entre sus brazos.
Me acerqué corriendo a ella. Estaba blanca.
-vamos a llevarla al colegio o a un hospital- la agarré de la mano.
-no te preocupes Lizz. Mira, se esta despertando.
Alex la dejó sobre el suelo agarrándola del brazo para que no se cayera para un lado
-creo que ha sido todo esto de los cazadores y no cazadores.
-lo siento Christy, ha sido mi culpa, demasiada información por un día. Creo que es hora de que volvamos al colegio
Nos giramos para dirigirnos hacia el colegio.
-espera Dylan, ¿Qué pasa con él?-mire a Nicholas
-no pasa nada, lleva aquí unos cuantos días
-no puede ser Dylan, va a enfermar-tiré de su camisa
-nosotros no enfermamos Lizz
-o le desatas tú o le desato yo, decide-
No se movió así que me dirigí hacia Nicholas.
-el quiere matarte- se colocó delante mío tapándome el paso
-sois de la misma tribu o lo que sea, en ese caso tu también querías matarme, a mi y a Christy. ¿Por eso estáis aquí verdad?
-claro que sí, llevamos mucho tiempo buscándote. Fuiste la marcada. Solo se marca a una persona cada 300 años y tú has sido una de ellas. Tenemos órdenes de entregarte a nuestros superiores. Y ese era el deber de Alex y Dylan. Primero apareció tu amiguita, hija de cazadores, uno de los mejores cazadores de vuestra especie que existen. Matar dos pájaros de un tiro. Fácil. Pero ellos no se atrevieron a entregaros, ¿y porque? Porque están enamorados. Por eso me mandaron a mi, a terminar su trabajo- cuando Nicholas terminó se giró y escupió sangre
-pero tu no me vas a hacer nada ¿verdad?- me agaché a su lado y le desaté las manos que estaban fuertemente atadas con una cuerda.
Nicholas se levantó estirando los brazos y la espalda. Por un momento pensé en que iba a salir corriendo bosque adentro, pero se quedó quieto, mirándonos con las cejas levantadas.
-¿A dónde vamos ahora? ¿Al colegio por ejemplo?- empezó a andar en dirección al colegio
Dylan me esperó hasta que pasé a su lado
-¿mis padre tienen algo que ver con todo esto?-miré a Nicholas
-no, los tuyos no, los de Christy.-contestó Dylan apartando la mirada.- ¿me crees?
-si, pero tengo miedo
-¿de que?-le miré con los ojos muy abiertos-vale, vale... Pero enserio Lizz, estamos de vuestro lado
-¿y eso a que nos lleva? Alex y tú estáis aquí. Nicholas esta aquí. Vendrán más de los vuestros a por nosotras…
-no quieren mataros. No te preocupes por eso, yo me encargo de todo. Y aunque no te des cuenta, hay mas cazadores por el colegio, protegiéndoos
-¿Quiénes?
-no lo se todavía. Pero los de vuestra especie no os dejarían así como así, expuestas a nosotros-andamos en silencio. Con Nicholas andando sin camiseta un poco mas delante dando con un palo todo lo que se le ponía por delante. Escuche como Dylan se aclaraba la garganta y me temí lo peor- sobre lo que paso la noche del baile… todo esto que ha pasado no ha cambiado nada de lo que siento. No hay persona que me haga sentir lo que siento cuando estoy contigo Lizz-paro en seco enfrente mío. Baje la mirada a nuestros pies-no voy a ocultarte la verdad, no a ti
-yo no quería esto
-nada de esto esta bien Lizz, lo se
-creo que deberías rendirte Pershall-dijo Nicholas soltando una carcajada
-no me rindo, la quiero, joder-contesto Dylan lanzándole una mirada asesina- solo será posible si tu quieres que lo sea…
Me cogió de la barbilla suavemente para que le mirara. Esos ojos verdes que me encantaban…
-nada ha cambiado, nada-susurro a centímetros de mis labios-¿Qué pasa con el beso del baile, no has pensado en ello ni una sola vez?
Sonreí sin querer recordando el baile
-fue especial, y lo sabes-siguió diciendo. Baje la mirada sonrojada.
En un segundo, sus labios estaban sobre los míos, igual que el día del baile.
Rindiéndome, le agarre por el cuello besándole con fuerza. Sonrió contra mi boca.
-¿es o no especial?-me agarro a ambos lados de la cara alejándose unos centímetros
-¡venga ya! ¡Aquí no!-Nicholas se acercó a nosotros alejándonos con el palo que tenia en la mano. Empecé a andar riendo por lo bajo. Dylan agarro el palo que tenía Nicholas en la mano y la tiro unos cuantos metros más allá.
-Nicholas, no puedes entrar así en el colegio- dije aun riendo
-¿Cómo?-preguntó Dylan
-pues sin camisa
-¿te supone algún problema?-se giró enseñando su cuerpo. Se pasó la mano por el oscuro pelo. Era muy guapo.- y no me llames Nicholas, Elizabeth. Nico estaría bien
-déjale tu sudadera por favor Dylan-al principio me miró con cara de asombro. Se quitó la sudadera, pero no se la dio a Nico. En vez de eso se quitó también la camisa. Le lanzó la camisa a Nico y no pude más que reírme cuando le vi.
-lo vuestro es antinatural- susurre mirando a Dylan. Su cuerpo era perfecto. Piel lisa y musculada. Hombros anchos y morenos. Espalda fuerte…-parece una broma - les señale. Me miraron sin comprender. Los dos ahí delante, a pecho descubierto, con unos cuerpos perfectos. El sueño de cualquier chica multiplicado por dos. Reí tontamente- no me hagáis caso
Y seguí andando entre la maleza, alejándome de un paraíso
Nicholas nos acompañó hasta el limite del bosque
-me quedare por el bosque unos cuantos dias-dijo él-ya sabes, comprobando lo peligrosas que sois
-¿en el bosque? ¿solo?-pregunté preocupada-¿Dónde vas a dormir?
-soy un lobo ¿recuerdas?- guiñó un ojo- y el mejor por cierto
Dio un salto en el aire y una figura oscura se adentro entre los arboles
Las puertas del colegio ya estaban abiertas y la campana sono
-¿ira a contarlo?-pregunte a Dylan cuando llegamos a las escaleras
-puede, pero no hoy-contesto-se quedara un tiempo por aquí dando vueltas.
Entonces apareció christy y me obligó a que subiera a la habitación a ponerme el uniforme
En clase, volvimos a nuestros sitios de siempre, después de que abie mandara a la mierda a matt
Alex hablaba con christy animadamente. Escuché que decia lo contento que estaba de haberla dicho la verdad
Espere a Dylan, pero no apareció en las dos primeras horas
Cuando tocaron la campana para el primer recreo salí corriendo hacia su habitación
Pasando por el patio interior, alguien me agarro del brazo y me apoyo contra la pared dándome un susto de muerte
Llevaba una sudadera gris con la capucha puesta. Casi no se le veía la cara pero reconocí el olor a jabón y lluvia
-¿Por qué has desaparecido?- él se acercó haciendo que se me saltara el corazón. Notaba las gotas de lluvia que caían sobre mi cara.
-tienes razón, lo siento.- Dylan no contestó a mi pregunta. Pero en este momento no me importaba. Su capucha rozaba mi cara protegiéndome de la lluvia- he estado pensando y me he acordado de que todavía no has contestado a la pregunta que te hice el día del baile
-¿así? ¿Qué pregunta?- Le puse la mano alrededor del cuello y le tire de la capucha haciendo que se le mojara el pelo.
Él sonrió y me besó tiernamente.
-que si sales conmigo- dijo todavía entre mis labios. Saboreé la lluvia sobre su boca-¿eso es un si?
Asentí haciendo caer gotitas de agua de mi pelo. Nos dirigimos a la clase con el uniforme empapado, el pelo chorreando y con las manos agarradas
