Agarrada de la mano de Christy empujamos las puertas del salón
Me quede con la boca abierta.
Toda la habitación esta iluminada con una luz dorada procedente de la enorme lámpara que estaba situada en lo alto.
A un lado una pequeña orquesta aun no tocaba, aunque una melodía, parecida a un vals sonaba por los altavoces en algún lugar de la estancia.
El centro de la sala era un paisaje de colores y vueltas de parejas bailando al compás de la música dando vueltas y vueltas. Las faldas de los vestidos se entremezclaban haciendo que parecieran flores en movimiento.
Todo el mundo llevaba mascaras incluyendo al impresionante chico de pelo rubio que se acercaba a nosotras.
“Alex”-pensé cuando cogió a Christy por la cintura y la besó
Me acerque a una de las mesas con comida y bebida que había pegada a un de las paredes
Las puertas que daban al jardín estaban abiertas haciendo que entrara una brisa por toda la habitación
-¿Cómo se te ocurre venir así vestida?-me gire. Una chica pecosa de pelo pelirrojo me miraba de arriba abajo.
Me fije en su vestido. Corsé con lazos, fuertemente apretado, falda con vuelo… la misma que todas las chicas del salón solo que de un color burdeos.
-¿tienes algún problema? Veo que el tuyo es muy… ¿Cómo decirlo? ¿Típico?-soltó un bufido. Sonreí, había ganado
-como amiga, te digo que todas te están mirando con cara de asco, a ti y a tu amiguita Christy
-y yo como amiga, te puedo enseñar la diferencia entre el asco y los celos- le guiñe un ojo y me fue pasando por en medio de las parejas que estaban bailando haciendo que frenaran en seco para que yo pasara.
Entre ellas vi a Christy y a Alex que reían con una pareja y se disculpaban por haberse chocado con ellos. Note la mirada de todos. Ojala dejaran de mirarme, empezaba a marearme.
Alguien me agarro del brazo e hizo que me girara.
Hasta que no atravesamos las puertas del jardín no me fije en el chico que me agarraba del brazo. O debería decir el guapísimo chico que me agarraba el brazo.
Tenía el pelo castaño desordenado. El traje le quedaba de cine, hacia resaltar cada músculo del brazo, los hombros… la mascara verde oscura hacia brillar sus ojos
-se te veía un poco desorientada- me dijo. Una sonrisa perfecta, ojos verdes… ¿ojos verdes?
-Dylan
-estas un poco pálida ¿te traigo algo de beber?- le mire a los ojos, ojos verde, el verde de la hierba por las mañanas- ¿quieres algo de beber?
Estaba guapísimo esta noche. Tenia que olvidarle
-Dylan, estoy esperando a Ben-apartó la mirada. La música llegaba a mis oídos haciendo que me dieran ganas de bailar entre las parejas en los brazos de… de…-he venido con él
-lo se, solo pensé, que quizá podría pasar un rato contigo, hasta que encuentres a Benjamin-sonrió y creo q lo hizo aposta, porque sabia que me puede su sonrisa
-creo que voy a aceptar esa bebida-le agarre del brazo y deje q me guiara hasta la mesa de bebidas
-¿tu con quien has venido?-pregunte dando un sorbo a mi bebida. Tenía un sabor demasiado dulzón
-sólo, todas estaban cogidas o por lo menos con quien quería venir
-¿y ella?- dije cambiando de tema corriendo. Hice un gesto hacia Kimberly que nos estaba mirando
Se acercó entre la gente mirando a Dylan
-Dylan, estás realmente guapo-dijo colocándole la mano en el brazo y riendo con una risa que me ponía de los nervios. Dylan dio un paso hacia mí haciendo caer el brazo de Kimberly a un lado. Me atragante- ¿Dónde esta Benjamin Lizz?
-nose, dímelo tu, eres su hermana ¿no?-me dio la espalda
-cuando te aburras de dar conversación a patéticas, querido Dylan, vamos a ir los de siempre al bosque a hacer unas copas, ya sabes, a animar un poco la cosa
-prefiero quedarme aquí, si no te importa
-ya sabes donde estamos- y se alejó atravesando las puertas del jardín
-gracias-dije en un susurro le di la espalda buscando a Ben. No le veía por ninguna parte
-he dicho la verdad- le mire a los ojos. Relucían con la mascara. Extendí mi mano y le acaricie el pelo
Al instante la aparte. El sonrío. Bajó el brazo y fue acariciándome desde el codo hasta llegar a mi mano, y ahí nos quedamos, con las manos entrelazadas.
-baila conmigo-tiro de mí hasta llegar a la pista de baile-¿sabes bailar?
-el que no tendría que saber, eres tu-dije riendo
Me agarro suavemente de la cintura y yo le coloque las manos detrás del cuello.
De un tiron y nos unimos a las parejas con facilidad.
Dylan bailaba realmente bien, hacia que todo fuera más fácil. Me llevaba de un lado a otro de la habitación sin dejar de mirarme y sonreírme.
Me ardían las mejillas, y no sabia porque, o quizá si.
A mi derecha vi a Alex y a Christy bailando y riendo. Eran la pareja perfecta. De vez en cuando Christy me miraba y en vez de poner cara de enfado, me guiñaba un ojo.
-¿le buscas?- me pregunto derepente Dylan. La música cambió pero ninguno de los dos hicimos nada por parar
-¿a quien?-dije irónicamente. El rió
-¿te he dicho ya lo guapa que estas esta noche?-cada vez estábamos mas cerca el uno del otro.
-no, pero gracias-mire hacia abajo avergonzada.
El tiempo se me pasó volando, pero al parecer había pasado demasiado tiempo para que quedaran unas cuantas parejas en la pista y Ben todavía no había aparecido, aunque a estas alturas de la vida, no me importaba mucho. Estaba bien acompañada. Y el perfume de Dylan me estaba matando.
Apoye mi frente en su cuello y respire hondo.
Al abrir los ojos vi a Ben en las puertas del salón mirándonos
Aparte a Dylan con fuerza y Salí corriendo tras Ben.
Ben atravesaba el prado hacia el bosque
-¡Ben! Espera un momento- chille quitándome los tacones para alcanzarle. Me ignoró. Corrí agarrándome el vestido.-espera- le agarre de la muñeca y el dio un tiron para quitarse mi mano pero paró.
-no te puedo mirar a la cara
-no seas infantil Benjamin-di un paso hacia el
-¿infantil? ¿Que te parece si yo ahora me voy a bailar con… pues por ejemplo con Abie?-le mire a la cara. Me repudiaba, se le veía en los ojos.
-llegas 1h 30min tarde, ¿Qué querías que hiciera? ¿Quedarme en una pared a esperarte?-grite enfadada- es tu culpa, eres tu el que ha llegado tarde. Además, no he hecho nada malo, solo estaba bailando
-¿con Dylan Pershall? ¿Me tomas el pelo? ¿Qué crees que quiere Dylan de ti?
-¿Qué estas insinuando Benjamin?- la luna estaba en lo alto del cielo, haciendo que la cara y el pelo de Benjamin estuviera de color pálida. - ¿no estarás celoso?
- no te confundas. Sólo me querías a tu lado para poder darle celos a él. Lo sabe todo el colegio, todos nos hemos dado cuenta.
-no digas tonterías-dije con una sonrisa burlona- no intentes ocultar tus celos.
-Me dais asco, los dos me dais asco-y se adentro en el bosque dejándome sola.
Vi una sombra y al darme la vuelta vi a Dylan. Llevaba mis zapatos en una mano y miraba al lugar por donde había desaparecido Benjamin
-¿has escuchado todo verdad?- el no contesto. Tire de él hacia la escuela-anda vamos, no vale la pena.
-una noche movidita ¿verdad?-se quito la chaqueta y me la puso sobre los hombros. Metí las manos por las mangas. Me quedaba muy larga, pero no importaba, empezaba a refrescar- gracias- la luz hacia que se le transparentara la camisa. Desvíe los ojos.Nos dirigimos hacia las puertas del salón. Se veía a unas parejas dando vueltas y a otras riendo y hablando alrededor de las mesas, divirtiéndose…
Que desastre de noche. Estas cosas solo me pueden pasar a mí.
-¿en que piensas?-pregunto Dylan mirándome. Me senté en la pared alejada de las puertas y extendí la falda del vestido a mi alrededor. Dylan me miro con curiosidad y se sentó a mi lado con esa elegancia que solo él tenia.
-pues… la verdad, en el giro que ha dado toda mi noche. Ha sido todo muy raro: Kimberly, Ben…tú… me refiero, que nunca pensé que acabaría sentada a tu lado, fuera de la fiesta y con tu chaqueta
-la verdad, esque yo esperaba que pasara esto, mas bien lo deseaba- no me sorprendió. Puede, que en el fondo, yo también deseaba acabar la noche con el. Gire la cabeza. El estaba mirando al cielo. Tenía un cuello precioso.
-yo me arrepiento de haber venido con Ben. Bueno, mas bien, haberle dicho que iría con el
-¿en serio?-me miró y sonrió. Nose porque, pero empecé a reírme. Los dos reímos hasta que me dolió la tripa-me gusta cuando te ríes-le sonreí y fue una sonrisa dulce y sincera.
La música del salón cambió. La orquesta empezó a tocar. Canciones actuales y con más ritmo. Se escuchaba una batería, una guitarra incluso un cantante. Todos los chicos que paseaban en el jardín salieron corriendo atravesando las puertas.
Apoye mi cabeza en su hombro. El me coloco el brazo a mi alrededor acercándome mas a el.
-¿quieres que entremos?-pregunto-esta empezando a hacer frío
-no, por favor-suplique- estoy bien aquí
Sonreí y creo que el también lo hizo.
-¿puedo preguntarte algo?-dije cerrando los ojos.
-lo que quieras
-¿solías ir mucho con Kimberly?-pensé en el sentido que tenia esa pregunta y aclaré- me refiero a botellones y todo eso
-Kimberly y yo estuvimos saliendo durante un par de años.-sorprendida me incorporé- Pero me di cuenta de que es muy mala persona. Sólo me utilizaba igual que utiliza a sus amigas. Incluso se pasaba horas imaginándose cuando nos casáramos y todas esas tonterías
-¿en serio? ¿Y cuando lo dejasteis?-. Acababa de comprender la razón de porque Kimberly me odiaba tanto, y sobretodo de porque quería que me apartara de Dylan
- a mediados del año pasado, bueno, nos pasábamos las noches bebiendo y fumando en el bosque con su hermano y algunos amigos y cuando nos iban a pillar, les echaba la culpa a otros. Incluso, cuando ya no estábamos juntos, hacia todo lo posible para que no pudiera estar con otra chica
-no me lo digas dos veces…-susurré
-pero me alegro-siguió sin escucharme. Me miró. Yo le devolví la mirada avergonzada.- no te hubiese podido conocer y no me habría enamorado de ti.
Su dedo índice acarició mi mejilla. Y de improviso me besó. Sus labios rozaron levemente los míos. Me hizo sonrojarme
-perdonar chicos-los dos nos giramos hacia la voz delante nuestro. La directora estaba ante nosotros con un precioso vestido de satén azul, con las manos detrás de la espalda. Dylan carraspeó y se levantó, extendiendo la mano para ayudarme a incorporarme- siento mucho interrumpiros, pero ya es tarde para estar fuera. O se van al salón, o a sus respectivas habitaciones.
Al instante se escuchó un chillido procedente del bosque y unas risas. La directora se giró y en un segundo saco su móvil.
-profesor Williams. Hay chicos en el bosque. Venga aquí con algunos profesores. Le espero en la puerta del salón-silencio- y traiga linternas.
Cogí de la mano a Dylan y me dirigí hacia la puerta principal.
-¿no quieres ir al baile?-preguntó Dylan cuando llegamos al patio. Se puso delante agarrándome aun la mano.
-no quiero ver como va a acabar el baile cuando pillen a Kimberly y sus amigos. Además, estoy muy cansada.
-Ben está entre ellos…-dijo en un susurro bajando la mirada.
Me acerqué a él. Notaba que mi corazón se me iba a salir del pecho. Su mano me recorrió la cintura y sin pensarlo me lancé.
Nuestros labios se encontraron dejándome sin respiración. Entrelace mis manos en su cuello acariciando su pelo. El me acarició la cara, el cuello, mi espalda.
Cuando me aparté a los dos nos costaba respirar. La cara me ardía.
Me giré para irme a mi habitación pero Dylan me agarró de la muñeca y tiró de mí para acercarme a él. Tanto que notaba su respiración contra mi cara. Era un poco más alto que yo.
-sal conmigo-susurró. Se me paró el corazón. Me acarició el hombro allí donde tenía mi cicatriz con forma de estrella. Derepente se quedó quieto- ¿Cuándo te hicistes esto?
-¿qué?-pregunte sorprendida- pues es una mancha de nacimiento.
-que duermas bien-me dio un beso en la mejilla y se fue atravesando la puerta del salón.
Me quede en el sitio desconcertada. Sonreí. Mi primer beso.
